Aprender del Gigante
Por: Gonzalo Moreno
Presidente Ejecutivo de Fenavi
Desde hace medio siglo Brasil ha dedicado su esfuerzo y conocimiento para generar una cultura avícola exportadora a largo plazo. En la actualidad, este vecino país exporta alrededor de 5 millones de toneladas de pollo y 5 mil millones de huevos cada año.
Aprender del gigante brasileño es una gran oportunidad para quienes estamos construyendo el camino exportador, tanto en sus fortalezas como en las lecciones y oportunidades que deja la manera en que enfrenta sus situaciones de crisis.
Al respecto, el pasado 15 de mayo el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil confirmó el primer caso de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad, IAAP, en una granja de aves comerciales. El foco fue detectado en un plantel de reproductoras en el municipio de Montenegro, estado Rio Grande do Sul.
Este hecho inédito puso a prueba al primer exportador de pollo del mundo respecto a su capacidad de control y erradicación de la Influenza Aviar, el gran enemigo a vencer de la avicultura en el mundo. A través del Plan Nacional de Contingencia brasileño, las medidas de contención y erradicación buscaron eliminar la enfermedad y preservar la capacidad productiva del sector avícola.
Y lo lograron, Brasil anunció el 21 de junio que está libre de gripe aviar. Este hecho confirma que ningún país está exento de enfrentar esta enfermedad, más aún teniendo en cuenta los estragos que ha dejado en los Estados Unidos, en especial para la industria del huevo.
También deja clara la importancia de la bioseguridad como el mejor escudo, nunca infalible, que permita contener la llegada de la Influenza Aviar a granjas comerciales. Al respecto, desde hace más de una década la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, con recursos del FONAV, y el Instituto Colombiano Agropecuario, vienen adelantando acciones de prevención logrando erradicar los 74 brotes que se han presentado en aves silvestres y de traspatio en Colombia, sin afectar las granjas comerciales. Sin embargo, como vemos en el caso de Brasil, nadie está exento de vivir una crisis en la materia.
Y dentro de las grandes oportunidades que deja este episodio en la avicultura brasileña, se abre la puerta para convertir a Colombia en un Hub de genética; como una estrategia para proteger la cadena de suministro local y también, brindar una opción internacional adicional frente a los desafíos sanitarios mundiales. Las fortalezas de Colombia como exportador de material genético incluyen su privilegiada ubicación geográfica y el hecho de que ocupa el tercer lugar en Latinoamérica en producción avícola, detrás de Brasil y México. Sin embargo, a diferencia de estos países, Colombia es productor de huevos de color marrón, ocupando el primer lugar en Latinoamérica en volumen de este mercado. Además de haberse declarado libre de la enfermedad de Newcastle y libre de influenza aviar por la OMSA, Colombia también cuenta con resoluciones para compartimentalización y tiene ya desarrollados por parte del ICA ejercicios vigentes para algunas empresas de genética, que además suman libertad para otras entidades de control de exportaciones, como laringotraqueitis, micoplasmas y salmonellas.
La avicultura colombiana también goza de prestigio y atrae la admiración internacional, al ser pionera en la creación del primer Sello Avícola de Sostenibilidad, desarrollado por Fenavi y avalado por el Icontec. A esto podríamos sumar el subir un peldaño en la escala genética con la presencia de lotes de abuelas para la producción local y la exportación de reproductoras de huevo marrón, hecho que marcaría otro hito en la avicultura colombiana. Venezuela y Ecuador son en la actualidad mercados abiertos y activos para la exportación de genética avícola desde Colombia, tanto de huevos fértiles como de aves vivas de un día de edad. Los primeros nuevos destinos directos serían países como El Salvador, República Dominicana, México, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Guyana, Perú, Bolivia y Argentina. Y si alguna vez fuera necesario un intercambio estratégico, los tres mercados más importantes para una segunda fase de habilitación de las exportaciones de huevos fértiles para reproductoras semi-pesadas son Brasil, Estados Unidos y Europa.
Fenavi ya cuenta con un proceso de internacionalización de pollo y huevo, ahora se abren las puertas para aceptar una nueva misión exportadora: aprovechar las oportunidades en el mercado de genética que permitirá fortalecer el abastecimiento local y además, atender mercados internacionales. Con pasos firmes, la avicultura colombiana se proyecta como un proveedor global de alimentos seguros, competitivos y de calidad.